sábado, 8 de mayo de 2010

Lejos, lejos de aquí...


Un lunes cualquiera. Levantarse. Vestirse. Maquillarse. Desayunar. Trabajar. Lo de siempre.
Pero algo iba a cambiar. Ella hizo lo de todos los días y cuando iba a salir de su piso, se encontró un pequeño papel de color rosa pegado en la puerta, donde ponía: ''¿te fugas conmigo?''
Ella empezó a sacudir la cabeza y a reír. Abrió la puerta, y se lo encontró con una pequeña bolsa de deporte. Ella bastante sorprendida, le preguntó que si iba enserio.
Y él si limitó a decir que nunca había dicho algo tan enserio.
Ella, no podía dejar pasar aquello. Fugarse, pero fugarse con él. Pero las preguntas no dejaban de azotarle la cabeza. ¿Que le diré a mi jefe? ¿A donde iremos? ¿Por cuanto tiempo?
Dejo un momento la mente en blanco y comenzó a reir. Se quitó los tacones con rapidez, cogió una bolsa de deporte del armario, empezó a meter ropa. Ya se preocuparía de resolver todas sus dudas más tarde.
Se cambió la falda alta por unos pantalones cortos y la camiseta por una sudadera azul, se calzó con sus All Stars azul marino. Cogió sus Ray Ban y la bolsa, y salió a donde le esperaba él.
Él le dio un beso para saludarla, como es debido. Le cogió la mano con fuerza y bajaron las escaleras con rapidez. Ella no sabía a donde iba, pero de algo estaba segura y es que: A su lado, no le podía pasar nada malo.
Fueron a la estación de trenes y el primero que salía era Madrid-Barcelona. Él compró los billetes mientras ella esperaba ansiosa.
El tren llegó. Entraron y se sentaron en unos asientos recogidos, aislados un poco de todo. Solo ellos.
Ella estaba algo nerviosa y empezó a morderse las uñas. Él sonreía, todo aquello le resultaba gracioso. Ella paró por un momento y le dio un pequeño golpe en el brazo. No le hizo daño. Él le cogió la mano, mientras se la acariciaba. Todo les llevo a un beso. Beso ajeno a todo.
Estaban felices, muy felices.

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Una nueva sonrisa, gracias a ti.