Las medias rotas, el pelo revuelto, el móvil sonando, buscando tabaco, los oídos pitando, el maquillaje hecho un asco, el vestido mal puesto, los pies destrozados. Pero, te da igual...todo te da igual. Estas de fiesta, borracha, loca. Que más da, son tus amigos. Y ahí viene él, rapidamente piensas en arreglarte un poco, pero le miras y te sonrie. A él le gustas con maquillaje, o sin el. Con el pelo liso o rizado. Con un vestido corto, o unos tejanos. Con unos taconazos, o unas zapatillas viejas. A él le gustas así.

Vamos, corre, esta ahí apoyado, esperandote, para cogerte de la mano y que entreis juntos, y que todos le envidien, y que todos se den cuenta de que eres sólo suya, y que no esta dispuesto a compartirte.

El centro de la pista, la música retumbando, la gente bailando...a pesar de eso sólo estais él y tú.

Suena algo rápido, loco, la gente baila descontrolada. No sabes que hacer, estas nerviosa.

Y de repente sin ser esperado, te besa con si fuera la última vez, con pasión, con ternura, con locura.

Admítelo, él te quiere.