domingo, 30 de mayo de 2010

Shhh

Arrañando cada sentimiento. Rozándote despacio. Vén, acercate.
-Shhh, no hables. Ni oigas, ni toques, ni saborees...para nadie. Ahora eres mía, solámente mía.
-Tengo miedo.
-¿De qué? ¿De mí? Venga, yo sólo quiero quererte.
-¿Qué soy para ti?
-¿Que, que eres para mí? Mi niña. Mi mundo. Única. Si lo que te preocupa es que seas sólo una más, no es así. Eres mucho más que eso. Estrella de mi cielo. Reina de mi mundo. Flor de mi jardín.
-Que raro.
-¿El qué?
-Ese miedo se acaba de esfumar como el humo de tú cigarrillo.
-No estoy aquí para lastimarte. Dejamé. Quererte, besarte, abrazarte.
-¿Si me prometes un ''te quiero'' y un ''siempre'', debo creerte?
-Si. Sabes que te quiero. Y quiero que dure siempre.
Deja que mis labios se oculten tras los tuyos. Deja que mi cuerpo, te abrigue. Deja que mis abrazos hagan bien. Deja que de mi boca salgan verdaderos te quieros y piense que todo esto tiene principio y no final.

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Una nueva sonrisa, gracias a ti.